Finalmente, el punto más importante de la autenticación es la experiencia.
Entender que, a lo largo de las décadas, las marcas han evolucionado y que la autenticación de un bolso de 1990 no se hace como un bolso de la última colección.
Las etiquetas, los detalles, los puntos de autenticación han podido cambiar totalmente.
Además, ser un buen autenticador es conocer las falsificaciones, saber hasta dónde han podido llevar el vicio, e identificar los defectos recurrentes.
Nuestros expertos, ricos en su experiencia, garantizan una experiencia sin fallos, basada en años de estudios y prácticas.