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La colaboración entre Louis Vuitton y The French Company

Un legado vintage singular

Los bolsos Louis Vuitton, símbolos de refinamiento y calidad, experimentaron un período único de fabricación en colaboración con The French Company entre los años 1970 y 1990. Esta asociación, a veces desconocida por el gran público, dio lugar a piezas distintivas y codiciadas por los coleccionistas.

Una asociación estratégica para la Casa

En la década de 1970, para responder a la creciente demanda del mercado estadounidense mientras se evitaban los altos impuestos de importación, Louis Vuitton estableció una asociación con The French Company, un fabricante estadounidense de equipajes y artículos de cuero. Esta alianza permitió a la Maison expandir su presencia en los Estados Unidos produciendo localmente bolsos y accesorios de su gama emblemática.

Piezas similares, pero únicas gracias a sus detalles

A diferencia de los bolsos Louis Vuitton tradicionales fabricados en Francia, los realizados por The French Company a menudo presentan variaciones en los materiales y los métodos de fabricación. Por ejemplo, algunos modelos presentan cremalleras Talón en lugar de los zips Eclair habitualmente utilizados por Louis Vuitton. Además, los bolsos de este período pueden tener detalles en vinilo, mientras que los bolsos fabricados en Francia utilizan cuero de vaca sin tratar. Los bolsos Louis Vuitton producidos por The French Company también se distinguen por su estampado y sus marcas específicas. Una de las características distintivas es la ausencia de números de serie, lo que contrasta con los bolsos contemporáneos de Louis Vuitton que todos llevan un número de serie. En su lugar, estos bolsos a menudo llevan una etiqueta que indica « La Compañía Francesa bajo licencia de Louis Vuitton » o marcas en letras doradas dentro de las bolsas.

El uso de remaches y piezas metálicas menos comunes, así como la ausencia de monogramas en ciertos lugares, se suma a la singularidad de estas piezas. 

Estas particularidades han suscitado debates entre los coleccionistas y los expertos, algunos viendo estas diferencias como signos de calidad inferior, mientras que otros las ven como una prueba de autenticidad y un valor histórico único.

Esta colaboración perduró hasta principios de la década de 1990, marcando una era específica en la historia de Louis Vuitton. Aunque estas piezas pueden ser percibidas como atípicas, representan una estrategia comercial astuta y una adaptación creativa a un mercado en expansión.

¿Y hoy?  

Hoy en día, los bolsos de The French Company se han convertido en objetos de colección buscados, apreciados por su autenticidad y su historia singular. Constituyen una parte única y fascinante del patrimonio de la casa Louis Vuitton.

 

Un artículo de Garance Sarda