Cuidar su bolso de lujo: el gesto chic por excelencia
Un bolso de lujo es más que un accesorio: es una pieza clave, una inversión, un testigo de estilo. Pero para que resista el paso de los años sin perder su esplendor, requiere un mínimo de atención. Amana te cuenta cómo hacer que la magia dure…
Un bolso bien llevado: un bolso bien cuidado
Todo empieza aquí: un buen uso ya es la mitad del trabajo. Evita sobrecargar tu bolso, ya que con el tiempo puede deformar su estructura. Alterna los modelos para limitar el desgaste y guárdalo de pie – nunca colgado – relleno de papel de seda, en una Pochette, protegido de la luz directa. Un gesto simple pero esencial: quitar el polvo semanalmente con un paño suave o un cepillo blando.
¿Y cuando sales? Cuidado con los roces con vaqueros oscuros o abrigos en tonos intensos, grandes culpables de las transferencias de color. Lo mismo con la lluvia: al cuero no le gusta el agua. Si te sorprende un chaparrón, sécalo suavemente con un paño limpio y seco, sin frotar.
El cuero a prueba del tiempo
En cuanto al cuidado en profundidad, evita los remedios dudosos que ves en las redes. ¿Lo ideal? Una limpieza suave con una leche no grasa adecuada para cuero, seguida de un tratamiento nutritivo – crema neutra o renovador específico según el tipo de cuero. Uno o dos cuidados al año son suficientes para mantener el bolso en perfecto estado.
Y para ir más allá, los cuidados Saphir — Pronto disponibles en Amana — ofrecen una solución experta: renovador nutritivo, spray impermeabilizante, cuidado para cueros delicados… Todo sin sobrecargar ni alterar el material.
P.D. También puedes colocar una Pochette interior para proteger el forro y evitar desastres como un bolígrafo abierto o un pintalabios travieso.
Resumamos
- Nunca sobrecargarlo, para preservar su forma y líneas.
- Alternar los modelos para evitar el desgaste prematuro.
- Guardarlo de pie, relleno de papel de seda, en una Pochette, lejos de la luz.
- Optar por un cuidado suave, adecuado para cuero, una o dos veces al año.
Porque un bolso bien cuidado no solo dura: se embellece con el tiempo.
Un artículo de Marilou Vigroux
